MENSAJE A TODOS LOS HERMANOS Y HERMANAS DE LA ORDEN FRANCISCANA SEGLAR (OFS) Y DE LA JUVENTUD FRANCISCANA (JUFRA) DE EUROPA 
 
 
 
 
“Vivid una vida de acuerdo con la llamada que habéis recibido.” (Ef 4: 1)  

Queridos Hermanos y Hermanas, 

¡Que el Señor os dé la Paz! 

Tres años después del primer Congreso, aproximadamente cien franciscanos seglares y miembros de la Juventud Franciscana (JuFra), junto sus asistentes espirituales, provenientes de 22 países europeos, se reunieron en el segundo Congreso Europeo de la Orden Franciscana Seglar (OFS) y de la JuFra, celebrado en Mostar (Bosnia Herzegovina) del el 17 al 23 de agosto de 2015. 
Los participantes del Congreso disfrutaron de las ciudades de Mostar, con su famoso puente y su centro medieval, y Sarajevo, llamada la “Jerusalén de Europea”. Bosnia Herzegovina es un lugar típico donde la gente convive atravesando fronteras culturales y religiosas. Es un sitio que nos invita a “construir puentes” (como ha dicho el Papa Francisco) entre nosotros y Dios, entre nuestras fraternidades, entre la OFS y la JuFra, entre la OFS y la Iglesia, y entre nuestra Familia Franciscana y el mundo. 
La semana que pasamos juntos fue una excelente oportunidad para profundizar en nuestras relaciones fraternas mientras celebramos juntos la Eucaristía y la Liturgia de las horas. Se nos invitó a pensar en nuestra vocación cristiana y franciscana mediante las presentaciones de los miembros de la familia Franciscana (Frailes, Franciscanos Seglares y miembros de la JuFra), tanto del país anfitrión como de la fraternidad internacional.  
Agradecidos a Dios por este evento inolvidable, os ofrecemos este mensaje, esperando que os ayude a vivir vuestra vocación más plenamente y a desarrollar proyectos creativos para que la OFS y la JuFra puedan convertirse cada vez más en una luz en la Iglesia y en el mundo. 
Lo temas de las conferencias, los grupos de trabajo, la mesa ronda y los testimonios de los mejores proyectos se pueden resumir en las siguientes cuatro prioridades: 
1. Vida de oración – fomentar una relación con Cristo más cercana 
La llamada universal para todos los cristianos es la llamada a la santidad. Nuestra vocación es un proceso que seguimos construyendo a través de nuestra conversión personal a Cristo, quien es el centro de nuestras vidas. A él seguimos, según el ejemplo de nuestro seráfico padre. Algunos medios para cultivar nuestra vocación, individualmente y en fraternidad, son: la Eucaristía, la Palabra de Dios, el ayuno, la reconciliación y la oración, especialmente el rosario.   
2. La vida en fraternidad – vivir el Evangelio 
La fraternidad es el lugar perfecto en el que podemos vivir el amor que hemos encontrado en la los Evangelios. La vida fraterna tiene una importancia vital. Nos ofrece la oportunidad de apoyarnos uno al otro, de afrontar los desafíos y de experimentar la perfecta alegría. Nuestras fraternidades necesitan fortalecerse en todos los niveles, intensificando la oración común, profundizando la relación entre hermanos y hermanas, y creando un espíritu de acogida. 
 3. La Familia – dar un buen ejemplo 
Vivimos en una sociedad donde el número de matrimonios se está viendo reducido, donde la familia es considerada como menos importante, y donde muchos niños crecen en familias incompletas. Además, la enseñanza católica sobre el matrimonio está siendo desafiada por diferentes ideologías, incluyendo la ideología del género.  
La familia puede ser considerada como la herencia de toda la humanidad. Estamos llamados, por ello, a promover y proteger la familia, empezando con nuestras propias familias, viviendo vidas de oración fuertes, poniendo en práctica el perdón, comunicándonos unos con otros en nuestras vidas cotidianas, pasando tiempo juntos, y compartiendo nuestra fe con los hijos mediante un buen ejemplo. A través de estos esfuerzos, y al presentar con prudencia pero abiertamente nuestra manera de vivir en los medios, daremos testimonio a la sociedad de la belleza y la importancia de la vida familiar, sin juzgar a la gente que vive en circunstancias diferentes. 
Nuestras fraternidades deberían encontrar maneras de apoyar a las familias y la vida familiar, tomando en serio las Conclusiones del último Capítulo General. La OFS y la JuFra deben seguir las enseñanzas de la Iglesia, especialmente a la luz del próximo Sínodo de los Obispos sobre la familia. 
La buena formación de la JuFra y de los miembros de la OFS sobre la familia es muy importante.  
4. Compromiso social y ecológico – desarrollar nuestro espíritu de servicio 
Es necesario decir que no vivimos para nosotros mismos sino para los otros. Como parte de nuestro crecimiento en la espiritualidad Franciscana, estamos llamados a « abrazar el leproso ». Eso nos conducirá a desafíos en varios temas, por ejemplo: 
- proteger la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural, en especial a los más vulnerables; - ser sensible y reaccionar frente a los problemas de pobreza en el mundo y hacer un uso más responsable de los bienes que necesitamos; - estudiar e implementar la encíclica del Papa Francisco, Laudato si1 y de este modo “convertirse a la ecología”. 
Confiamos este mensaje y el futuro de la OFS y de la JuFra en Europa a Nuestra Señora, Reina de la Paz, a nuestro padre San Francisco, a San Luis y Santa Isabel, rezando para que nos conduzcan a acciones fructíferas. 
Omnipotente, eterno, justo y misericordioso Dios, concédenos por ti mismo a nosotros, míseros, hacer lo que sabemos que quieres y querer siempre lo que te agrada. (CtaO)